El griego finalmente rompió su mala racha en finales de torneos ATP 500, después de haber perdido en sus 11 intentos anteriores en este nivel. Su triunfo fue aún más significativo, ya que había sido subcampeón en Dubái en dos ocasiones previas, cayendo ante Roger Federer en 2019 y Novak Djokovic en 2020. Tras su victoria, Tsitsipas expresó su alivio por haber levantado finalmente el trofeo después de varios intentos frustrados.
Cuarto cabeza de serie, Tsitsipas dominó el partido con un sólido juego desde la línea de base, sin ceder su saque a pesar de enfrentar puntos de quiebre en dos ocasiones en cada set. Rompió el servicio de Auger-Aliassime en el séptimo y noveno juego del primer set y sentenció el partido con un quiebre decisivo en el octavo juego del segundo.
Auger-Aliassime llegaba a la final en gran forma tras haber ganado títulos en Adelaida y Montpellier esta temporada, pero tuvo dificultades para contrarrestar la consistencia y agresividad de Tsitsipas. Después del encuentro, el griego reconoció la dificultad del desafío y se mostró orgulloso de haber manejado la presión con éxito.
Con este triunfo, Tsitsipas regresa al top 10 del ranking ATP, ascendiendo a la novena posición. Antiguo número 3 del mundo a principios de 2023, había caído al puesto 11, pero ahora vuelve a situarse entre los mejores. Reflexionando sobre su regreso, destacó los sacrificios y el esfuerzo necesarios para mantenerse en la élite del tenis. "Pertenecer al top 10 es una de las mejores sensaciones que un tenista puede experimentar", afirmó, enfatizando el arduo trabajo que conlleva lograr estos hitos.
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