Naomi Osaka aseguró su primera victoria en tierra batida desde 2022 en el Abierto de Madrid el miércoles, expresando una nueva comodidad en la superficie. Creciendo jugando predominantemente en pistas duras en Estados Unidos, la ex número uno del mundo japonesa ha enfrentado desafíos para adaptarse a la tierra batida a lo largo de los años. Sin embargo, su victoria por 6-4, 6-1 sobre Greet Minnen marcó un comienzo prometedor, preparando un enfrentamiento en la segunda ronda con la 15ª cabeza de serie, Liudmila Samsonova.
Osaka reflexionó sobre su relación en evolución con la tierra batida, reconociendo luchas pasadas mientras abraza sus cualidades únicas. Se inspiró en jugadores que destacan en esta superficie, buscando aprovechar al máximo sus habilidades sin establecer expectativas poco realistas. A pesar de los contratiempos en la conversión de puntos de quiebre tempranos, la confianza de Osaka creció mientras navegaba hacia la victoria, mostrando movimientos y habilidades de golpeo mejoradas.
Con los Juegos Olímpicos programados para tener lugar en tierra batida en Roland Garros este verano, Osaka está motivada por la perspectiva de competir en el gran escenario. Mientras tanto, la ex campeona del US Open, Emma Raducanu, enfrentó decepción con una derrota por 6-2, 6-2 ante Maria Lourdes Carle, citando cansancio mental y físico. A pesar de sus luchas, otras jugadoras como Sloane Stephens continuaron con su éxito en la tierra batida, mientras que la favorita local, Paula Badosa, sufrió una eliminación temprana en medio de dolores de espalda persistentes.
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