Tras una pausa de una hora debido a la lluvia, Osaka regresó a la cancha y ganó el partido en dos sets, avanzando a los cuartos de final del torneo preparatorio para el Abierto de Australia. El partido estaba empatado 5-5 en el primer set antes de la interrupción, y ese tiempo de descanso le dio a Osaka la oportunidad de reagruparse y calmar sus nervios con los consejos de su entrenador, Patrick Mouratoglou.
La exnúmero 1 del mundo, de 27 años, comenzó con fuerza después de la interrupción, rompiendo el servicio de Grabher al final del primer set y nuevamente al comienzo del segundo, tomando el control del partido. El servicio de Osaka fue una de sus armas clave, con cinco aces y un impresionante 80% de efectividad en sus segundos servicios.
A pesar de las dificultades en el retorno de su saque durante el primer set, Osaka logró mantenerse concentrada y manejar la presión contra una oponente difícil. "Fue una oponente realmente difícil de enfrentar", admitió Osaka, destacando lo difícil que fue mantenerse tranquila durante el partido.
Osaka ha estado trabajando en recuperar su forma tras su regreso al tenis en 2023, luego del nacimiento de su hija Shai. Con su confianza en aumento, expresó optimismo sobre retomar su éxito anterior, después de haber sido número 1 del mundo a principios de 2019, tras ganar su primer título del Abierto de Australia. Ahora, Osaka se prepara para el próximo Grand Slam, que comienza el 12 de enero.
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