En un cambio respecto a sus habituales dificultades en la primera ronda en el Masters, Rory McIlroy revitalizó sus perspectivas de lograr el Grand Slam en su carrera con una impresionante actuación el jueves.
A pesar de enfrentar condiciones desafiantes caracterizadas por vientos cambiantes en Augusta National, el norirlandés registró 71 golpes, uno bajo par, marcando su puntaje más bajo en la primera ronda en el Masters desde 2018 y colocándose seis golpes detrás del líder Bryson DeChambeau.
Reflexionando sobre su ronda, McIlroy reconoció la dificultad de navegar en los vientos impredecibles y el campo ablandado por la lluvia, lo que hacía que la selección de golpes fuera una tarea difícil. A pesar de algunos momentos de confusión, McIlroy logró mantener su juego en conjunto, mostrando resiliencia ante las condiciones adversas. Atribuyó su capacidad para mantener la compostura, a pesar de las circunstancias complicadas, a su sólido desempeño.
La ronda de McIlroy vio una mezcla de birdies y bogeys, con destacados notables que incluyen birdies en los hoyos 12 y 14 que lo impulsaron a dos bajo par. Sin embargo, enfrentó desafíos en el back nine, perdiendo oportunidades de capitalizar en posiciones favorables y, en última instancia, terminando con una racha decepcionante.
A pesar de las oportunidades perdidas hacia el final de su ronda, McIlroy se mantuvo optimista, reconociendo que aún queda mucho golf por jugar y espacio para mejorar a medida que avanza el torneo.
Aunque McIlroy ha experimentado contratiempos en torneos Masters anteriores, incluyendo colapsos notables, su sólido comienzo en esta edición ofrece un destello de esperanza para su búsqueda del esquivo Grand Slam en su carrera.
Animado por su actuación y decidido a evitar repetir errores del pasado, McIlroy expresó satisfacción con su puntaje en la primera ronda y su adhesión a su plan de juego, señalando una mentalidad enfocada y resiliente mientras busca capitalizar en las rondas restantes y luchar por el codiciado título.
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