Max Verstappen consolidó su supremacía en la Fórmula 1 con una victoria rotunda en el Gran Premio de Catar, pero la carrera estuvo marcada por tensiones y polémicas, especialmente su conflicto con George Russell. A medida que la temporada se acerca a su fin con el Gran Premio de Abu Dabi, la conducción de Verstappen reflejó una determinación feroz alimentada por un sentimiento de injusticia percibida.
Sus frustraciones surgieron a raíz de las quejas de Russell sobre su vuelta de enfriamiento y las interacciones posteriores con los comisarios, lo que tensó su relación. Christian Horner, director del equipo Red Bull, destacó que la motivación de Verstappen se trasladó a la carrera, mostrando su combinación de precisión, talento puro y agresividad.
El cuatro veces campeón del mundo fue muy crítico con Russell, acusándolo de hipocresía y expresando su incapacidad para respetarlo.
A pesar de esta animosidad, la actuación de Verstappen destacó su competitividad inquebrantable, sentando las bases para más dominio en la última carrera de la temporada.
La batalla por el campeonato de constructores también está en juego, con McLaren manteniendo una ventaja de 21 puntos sobre Ferrari, lo que añade una capa adicional de intriga al enfrentamiento de Abu Dabi.
Lewis Hamilton vivió otro fin de semana desafiante, acumulando una serie de contratiempos durante la carrera en Catar. Un mal inicio, un pinchazo y una penalización por exceso de velocidad en el pit-lane lo relegaron a la 12ª posición.
Reflexionando sobre las dificultades, Hamilton reconoció sus errores, pero adoptó una postura filosófica respecto al resultado, reconociendo el fin de su era con Mercedes. El siete veces campeón mundial, que se unirá a Ferrari la próxima temporada, destacó la ironía de regresar a Abu Dabi, donde perdió su octavo título histórico en circunstancias controvertidas en 2021.
El Gran Premio de Catar también puso de manifiesto los problemas continuos dentro de la FIA, con cambios en el personal y decisiones inconsistentes que llevaron al caos en la pista. La carrera estuvo marcada por severas penalizaciones, incluida una sanción de 10 segundos a Lando Norris, que McLaren está impugnando.
El jefe de Mercedes, Toto Wolff, criticó a la FIA por su falta de transparencia y responsabilidad, subrayando la necesidad de salvaguardar la integridad del deporte. Con las tensiones en aumento, el clímax de la temporada en Abu Dabi promete más drama tanto dentro como fuera de la pista.
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