Con la Fórmula 1 regresando a Europa para el Gran Premio de Emilia-Romaña, Max Verstappen está determinado a recuperar su impulso y frenar a su amigo Lando Norris, quien estará equipado con mejoras de McLaren en busca de su segunda victoria en la carrera después de su triunfo en Miami.
Los equipos de toda la parrilla están listos para introducir coches revisados para la séptima carrera de la temporada, con Ferrari y Mercedes buscando desafiar la dominación de Verstappen en el icónico circuito de Imola, ubicado en la tierra natal italiana de Ferrari.
El Gran Premio de Emilia-Romaña también sirve como una ocasión solemne para la Fórmula 1, marcando 30 años desde el trágico fin de semana del Gran Premio de San Marino de 1994, cuando Roland Ratzenberger y Ayrton Senna perdieron la vida.
Pierre Gasly, de Alpine, rendirá homenaje a Senna con un casco teñido de amarillo, mientras que Sebastian Vettel honrará a la leyenda brasileña conduciendo su McLaren MP4/8 de 1993 durante los eventos del domingo por la mañana.
A pesar de las reflexiones sombrías, Verstappen permanece enfocado en la tarea en cuestión, buscando replicar el éxito anterior de Red Bull en Imola en 2022. A medida que el campeonato entra en una fase crucial con seis carreras programadas en las próximas ocho semanas, Verstappen enfatiza la importancia de correr en circuitos clásicos como Imola, conocido por sus desafíos técnicos y su importancia histórica.
Mientras tanto, Mercedes, aún sin podios en esta temporada, reconoce la necesidad de una mejora continua con un paquete de actualización importante, pero reconoce que llevará tiempo antes de que los resultados se vean en la pista.
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