Carlos Sainz reflexionó sobre su enfoque cauteloso durante el Gran Premio de Las Vegas el sábado, donde aseguró la tercera posición tras una carrera desafiante en 2023 en el mismo circuito. El año pasado, el coche de Sainz sufrió daños durante los entrenamientos al golpear una tapa de alcantarilla suelta, lo que causó daños significativos al vehículo. Esto resultó en una penalización de 10 lugares en la parrilla, lo que aumentó aún más sus frustraciones en la carrera inaugural.
Con el evento de este año, Sainz estaba decidido a evitar que su mala suerte se repitiera, manteniendo un ojo atento a las alcantarillas y tapas de desagüe mientras competía por las calles de Las Vegas. A pesar de los recuerdos del incidente del año pasado, se centró en conseguir un lugar en el podio, afirmando que estaba contento con el tercer lugar como recompensa por su conducción cuidadosa. Su compañero de equipo, Charles Leclerc, terminó justo detrás en cuarto lugar, expresando su insatisfacción con la estrategia del equipo durante la carrera.
Sin embargo, el rendimiento de Ferrari no estuvo exento de fallos, ya que Sainz señaló errores en las comunicaciones por radio y las paradas en boxes. El equipo lo mantuvo una vuelta más de lo previsto con los neumáticos medios y dos vueltas de más con los neumáticos duros, lo que dificultó su capacidad para luchar por una mejor posición. Leclerc, frustrado con la estrategia, expresó su descontento por radio, reflejando un sentimiento de oportunidad perdida para la Scuderia.
Mientras Ferrari reduce la diferencia con McLaren a 24 puntos en el Campeonato de Constructores con dos carreras restantes, Sainz reconoció la necesidad de mejorar. Destacó que el equipo aprendería de sus errores y se concentraría en mejorar el rendimiento en las próximas carreras, especialmente en Catar, donde esperan recuperarse y ofrecer una actuación más competitiva.
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