En una entrevista con L'Équipe, de Meo explicó la estrategia para Alpine, que comenzará a utilizar una unidad de potencia de otro fabricante, probablemente Mercedes, a partir de 2026. Esta decisión marca el final de casi 50 años de participación de Renault en la producción de motores de F1, durante los cuales el fabricante impulsó equipos como Williams, Benetton y Red Bull a un total de 12 campeonatos de constructores.
De Meo indicó que el gasto anual de Renault en la producción de motores en la planta de Viry-Chatillon se estima entre 200 y 250 millones de euros (220,5 a 275,7 millones de dólares), mientras que adquirir un motor de otro fabricante costaría significativamente menos, por debajo de los 20 millones de dólares.
Destacó que Renault enfrenta desafíos debido a que sus instalaciones de chasis y motores están ubicadas en diferentes países, con el equipo basado en Enstone, Inglaterra. Esta separación ha dificultado la operación cohesionada de la organización, lo que llevó a de Meo a considerar reagrupar las operaciones, aunque reconociendo las complejidades involucradas.
El exjefe del equipo Renault, Flavio Briatore, ha sido reintegrado para potenciar el proyecto de F1, y no para facilitar una venta, aclaró de Meo. Descartó rumores sobre que el regreso de Briatore estuviera relacionado con un cambio inminente de propiedad, afirmando: "Es completamente falso".
De Meo mencionó que ha recibido numerosas consultas de inversores interesados en ingresar a la F1, especialmente con el aumento de costos previsto después de 2026, pero reafirmó su compromiso de mantener al equipo Alpine intacto, subrayando la importancia de la marca en el ámbito del automovilismo de élite.
El equipo Alpine, que cuenta con inversores de alto perfil como el actor de Hollywood Ryan Reynolds y las estrellas de la NFL Patrick Mahomes y Travis Kelce, ha enfrentado dificultades recientemente, ocupando el noveno lugar de diez equipos y perdiendo valiosas oportunidades de marketing.
De Meo advirtió que un rendimiento deficiente continuado podría poner en peligro todo el proyecto, afirmando que dos años más de bajo rendimiento serían perjudiciales. Sin embargo, expresó optimismo sobre el nuevo director Oliver Oakes, prediciendo que se convertiría en una figura prominente en el deporte y destacó que los aficionados suelen enfocarse más en el equipo y sus pilotos que en el motor en sí.
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