Lando Norris consiguió el primer campeonato de constructores de McLaren en 26 años con una victoria impresionante en el Gran Premio de Abu Dabi, que cerraba la temporada. Norris lideró la carrera de principio a fin, logrando su cuarta victoria de la temporada y asegurando el título para McLaren con 14 puntos de ventaja, a pesar del fuerte desempeño de Ferrari con Carlos Sainz y Charles Leclerc en segundo y tercer lugar, respectivamente.
La notable recuperación de Leclerc, que partió desde la 19ª posición, mantuvo la presión alta, ya que cualquier error con el coche de Norris podría haber permitido a Ferrari arrebatarles el título.
Lewis Hamilton terminó su carrera en Mercedes con un cuarto puesto, superando a su compañero de equipo, George Russell, en las últimas vueltas. Hamilton celebró haciendo "doughnuts" en la recta de boxes y se tomó un momento con su coche antes de felicitar a Norris y al jefe de McLaren F1, Zak Brown. También ofreció palabras de consuelo a Sainz y Leclerc, demostrando deportividad en su última carrera con el equipo.
Los nervios de McLaren fueron puestos a prueba desde el principio de la carrera cuando el compañero de Norris, Oscar Piastri, fue girado por Max Verstappen de Red Bull en la primera curva. Verstappen recibió una penalización de 10 segundos por el incidente, lo que dejó a Piastri al final del pelotón y puso todas las esperanzas del título en las manos de Norris.
La tensión aumentó cuando Leclerc comenzó su impresionante remontada, ganando 11 posiciones en la primera vuelta, incluida una espectacular maniobra en la chicana. Leclerc continuó su ascenso, adelantando a varios coches, incluidos los de Haas y el Aston Martin de Fernando Alonso. Para la vuelta 20, ya se encontraba en la tercera posición, y su persecución de Norris y Sainz generaba un ambiente incierto para McLaren.
A pesar de sus esfuerzos, a Leclerc se le informó que McLaren ganaría el título de constructores siempre que Norris mantuviera su posición. Norris, sin embargo, se mantuvo calmado y concentrado, cruzando la línea de meta con seis segundos de ventaja sobre Sainz y asegurando la tan esperada victoria de McLaren.
La victoria de McLaren pone fin a una sequía de títulos que duraba desde 1998, a pesar de que el equipo había tenido éxito en campeonatos de pilotos, incluyendo el título de Lewis Hamilton en 2008. El resurgimiento del equipo puede atribuirse a años de reestructuración, que comenzaron con el nombramiento de Zak Brown como director ejecutivo en 2016 y se aceleraron bajo el liderazgo de Andrea Stella como director de equipo en 2022.
Bajo la dirección de Stella, McLaren ha emergido como el equipo más rápido de la F1, y, al acercarse a 2025, se posiciona como uno de los principales contendientes para los futuros títulos. Norris, lleno de entusiasmo, declaró: "El año que viene también será mi año", mientras celebraba el campeonato.
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