El siete veces campeón del mundo finalizó la jornada en la segunda posición general, a solo 0,031 segundos de Carlos Sainz, el piloto al que reemplazó en Ferrari y que ahora compite con Williams.
Al hablar sobre su experiencia, Hamilton destacó que está comenzando a generar una conexión con el monoplaza, subrayando la importancia de su creciente colaboración con su ingeniero. Aunque su primer día en pista fue más prudente, se sintió más cómodo explorando el potencial del coche en la segunda sesión.
La temporada pasada, Hamilton tuvo dificultades con su Mercedes, expresando en varias ocasiones su insatisfacción con el comportamiento del coche. Ahora, adopta un enfoque metódico para adaptarse a Ferrari, centrándose en comprender las particularidades del vehículo en lugar de preocuparse por el rendimiento de los equipos rivales.
El británico explicó que cada vuelta y cada sesión son una oportunidad de aprendizaje, lo que le permite familiarizarse con los sistemas de control del coche. Con diferencias significativas en la suspensión delantera y trasera, todavía está ajustándose a las distintas configuraciones y a la terminología técnica utilizada por su nuevo equipo.
A pesar de estar en una fase de transición, Hamilton se mantiene optimista y disfruta el desafío de adaptarse al estilo de conducción de Ferrari. Destacó la satisfacción de sentir cómo el coche responde de manera positiva a sus indicaciones, lo que convierte cada sesión en un paso clave hacia la optimización de su rendimiento.
A medida que avanzan las pruebas, su enfoque sigue siendo mejorar de forma progresiva para maximizar su desempeño antes del inicio de la temporada en Australia, el 16 de marzo.
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