Novak Djokovic habló sobre el trauma que aún siente al regresar a Melbourne, tres años después de ser deportado de Australia debido a las regulaciones de Covid-19 del país. El tenista serbio de 37 años vio revocado su visado en enero de 2022 debido a su estatus de no vacunado, lo que lo llevó a pasar cinco días en un hotel de inmigración mientras apelaba la decisión sin éxito. Como resultado, Djokovic se vio obligado a perderse el Abierto de Australia de 2022.
Aunque Djokovic regresó al año siguiente para ganar su décimo título récord en el Abierto de Australia, la experiencia de ser detenido y deportado aún lo afecta. En una entrevista con el Herald Sun de Melbourne, Djokovic admitió que cada vez que pasa por el control de pasaportes en Australia, siente ansiedad por ser detenido nuevamente. A pesar de estos recuerdos emocionales de su experiencia pasada, enfatizó que no guarda rencor hacia el país.
La Premier de Victoria, Jacinta Allan, reconociendo los desafíos planteados por el Covid, expresó su preferencia por centrarse en el Abierto de Australia 2025 en lugar de revisar los eventos pasados. Subrayó que el gobierno federal fue responsable de las decisiones de visado en 2022 y afirmó que el Covid afectó a todos, independientemente de su historial.
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, también criticó la forma en que el gobierno anterior manejó la situación de Djokovic, especialmente la decisión de impedirle reunirse con su sacerdote ortodoxo durante el período navideño. Albanese, quien asumió el cargo en mayo de 2022, describió el incidente como difícil de justificar y expresó su asombro por la decisión. Mientras Djokovic se prepara para el Abierto de Australia 2025, su objetivo es su 25º título de Grand Slam.
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