El Galatasaray, uno de los clubes más destacados de la Super Lig turca, ha expresado su firme desaprobación hacia las autoridades del fútbol turco tras una polémica decisión de penalti que contribuyó a la victoria dramática de 3-2 del Fenerbahçe sobre el Rizespor. El penalti controvertido, otorgado después de una falta del mediocampista nigeriano Ibrahim Olawoyin, cambió significativamente el rumbo del partido a favor del Fenerbahçe.
El Rizespor había tomado la delantera inicialmente, pero la decisión del penalti, revisada por el VAR, alteró el curso del juego. La falta de Olawoyin en el área fue considerada suficiente para la marca del penalti, que Edin Džeko convirtió, manteniendo al Fenerbahçe en el partido. La situación empeoró para el Rizespor cuando Olawoyin recibió una segunda tarjeta amarilla, reduciendo su equipo a diez jugadores. Esto dio al Fenerbahçe una ventaja numérica, que aprovecharon, con Džeko empatando en el minuto 79 y Youssef En-Nesyri anotando el gol de la victoria.
La decisión desató una gran indignación en el Galatasaray, que acusó a la Federación Turca de Fútbol de parcialidad y favoritismo hacia el Fenerbahçe. El club expresó su descontento en las redes sociales, criticando el uso de árbitros extranjeros para el VAR y alegando que las autoridades turcas estaban manipulando los resultados de los partidos para beneficiar al Fenerbahçe.
El mensaje del Galatasaray estaba lleno de ira, llamando a las autoridades "ladrones" que ignoran la justicia en su búsqueda de victorias. El club condenó a los árbitros extranjeros del VAR por no garantizar la justicia en el juego y los acusó de tomar decisiones injustas para conceder privilegios al Fenerbahçe. El club prometió seguir luchando contra lo que consideran un sistema injusto, afirmando que tales acciones no permitirán que el Fenerbahçe tenga éxito.
El Galatasaray señaló que una situación similar ocurrió en su reciente partido contra el Konyaspor, donde a Victor Osimhen se le negó un penalti a pesar de ser marcado por cuatro defensores en el área. El club cree que estas decisiones polémicas son parte de un esfuerzo mayor para garantizar que el Fenerbahçe siga siendo competitivo y mantenga una posibilidad realista de ganar el título.
El Galatasaray, que aún lidera la Super Lig con 54 puntos, ha dejado claro su descontento con la forma en que las autoridades turcas están manejando las decisiones clave. A pesar de los polémicos penaltis y la lucha continua por el título, el club se mantiene en una posición sólida, con tres puntos de ventaja sobre el Fenerbahçe, que ocupa el segundo lugar en la tabla.
A medida que avanza la temporada, el Galatasaray sigue enfocado en mantener su liderazgo y avanzar en la lucha por el título. Sin embargo, la dirección del club sigue comprometida en luchar contra lo que consideran un trato injusto en el fútbol turco, especialmente en relación con su rival, el Fenerbahçe.
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