El miércoles, Djokovic manifestó su esperanza de que el caso de dopaje en curso relacionado con Sinner se resuelva rápidamente, al tiempo que criticó las incoherencias en el sistema antidopaje del tenis. Sinner falló en dos pruebas de dopaje en marzo, pero fue absuelto por las autoridades del tenis, lo que le permitió continuar jugando. Sin embargo, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) apeló recientemente la decisión y está presionando por una posible suspensión de dos años.
Hablando en el Masters de Shanghái, Djokovic mostró su solidaridad con Sinner, reconociendo los desafíos que enfrenta el jugador italiano en medio de esta controversia. El serbio de 37 años enfatizó las fallas del actual sistema antidopaje, señalando que demasiados organismos de regulación están involucrados, lo que genera confusión e inconsistencia. Djokovic reiteró su deseo de una resolución rápida, afirmando que la incertidumbre prolongada perjudica al deporte.
Sinner, quien explicó que pequeñas cantidades de un esteroide entraron en su sistema de manera involuntaria a través de un tratamiento de un fisioterapeuta, ha estado bajo escrutinio desde que el recurso de la AMA reavivó el caso. A pesar de la presión, el jugador de 23 años ha seguido rindiendo bien, ganando el Abierto de EE. UU. y avanzando a la final del Abierto de China, donde se enfrentará a Carlos Alcaraz. Djokovic elogió la resiliencia de Sinner, comentando lo impresionante que es que haya mantenido un alto nivel de juego en medio de la controversia.
Mientras Djokovic se prepara para el Masters de Shanghái, aspira a lograr su título número 100 en individuales, utilizando esto como una motivación adicional. Al no haber participado en muchos torneos recientemente, señaló que dependerá de su frescura y de sus éxitos anteriores en Shanghái, donde es campeón en cuatro ocasiones. Reflexionando sobre sus victorias pasadas, Djokovic bromeó diciendo que su amor por los dumplings y la lengua china son su secreto del éxito.
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