A pesar de haber tenido temporadas destacadas con múltiples títulos, los logros de Sinner y Swiatek se vieron opacados por escándalos relacionados con resultados positivos en controles antidopaje. Ambos jugadores, que ocupaban el puesto número uno en el ranking mundial al momento de los test, enfrentaron críticas públicas tras recibir sanciones menores por el uso de sustancias prohibidas. Estas decisiones generaron indignación en el mundo del tenis, con acusaciones de trato preferencial y de la aplicación de estándares dobles por parte de las autoridades.
En marzo, Sinner dio positivo por trazas de clostebol, un esteroide anabólico, lo que inicialmente generó preocupación por el impacto de una posible suspensión en su carrera. Sin embargo, un tribunal independiente lo absolvió, aceptando su explicación de contaminación accidental. A pesar de esto, la Agencia Mundial Antidopaje presentó una apelación, dejando abierta la posibilidad de una suspensión de dos años. Sinner reconoció el impacto emocional de esta situación, aunque agradeció el apoyo recibido de su entorno.
A pesar de la controversia, Sinner tuvo una temporada excepcional, conquistando sus dos primeros títulos de Grand Slam en el Abierto de Australia y el Abierto de Estados Unidos, además de ganar las Finales ATP y varios otros torneos. Sus actuaciones marcaron un cambio generacional en el tenis masculino, posicionándolo como un rival legítimo para Novak Djokovic. Sin embargo, el escándalo de dopaje lanzó una sombra sobre su temporada, con algunos aficionados cuestionando la legitimidad de sus éxitos.
Por su parte, Swiatek también tuvo un año notable, obteniendo cinco títulos, incluido su cuarto trofeo en Roland Garros. Sin embargo, perdió el primer puesto del ranking frente a Aryna Sabalenka y enfrentó una suspensión de un mes tras dar positivo por trimetazidina, una sustancia que las autoridades atribuyeron a la contaminación de su medicación para dormir. Aunque la suspensión contrastó con sus logros, Swiatek expresó alivio tras resolver el asunto y centrarse en recuperar su mejor nivel. Mientras tanto, otras figuras como Barbora Krejcikova y Coco Gauff también brillaron, y la emotiva victoria de Novak Djokovic en el oro olímpico agregó una dimensión más a un año lleno de cambios en el tenis.
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