El recorrido del Real Madrid hacia la conquista del título esta temporada estuvo marcado por desafíos que comenzaron incluso antes de que la liga española comenzara. Dos días antes de su partido inaugural contra el Athletic Bilbao, Thibaut Courtois sufrió una lesión en los ligamentos de la rodilla, seguida por Ader Militau, quien también rompió los ligamentos de la rodilla durante el propio partido. Perder a su portero titular y al defensor central al mismo tiempo fue un golpe significativo para las perspectivas del Real, especialmente considerando la salida de Karim Benzema y la ausencia de un sustituto notable en el departamento ofensivo.
La llegada de Khoslo, cedido por el Espanyol, para cubrir el vacío dejado por Benzema no fue recibida con mucho entusiasmo, aunque la adquisición de Jude Bellingham, proveniente del Dortmund por una suma sustancial, inyectó algo de emoción. Sin embargo, el papel de Bellingham parecía estar más orientado hacia la sucesión progresiva de los pilares del centro del campo Luka Modric y Toni Kroos que hacia el refuerzo inmediato de la línea de ataque.
Las preocupaciones sobre la fuerza del equipo en comparación con la temporada anterior, junto con las dudas sobre el futuro del entrenador Carlo Ancelotti, se mantenían en el aire. El contrato de Ancelotti hasta 2024, con planes de entrenar posteriormente a la selección brasileña, añadió incertidumbre. A pesar de estas incertidumbres, la calma de Ancelotti y su capacidad para mantener la estabilidad dentro del equipo jugaron un papel crucial en la navegación de los desafíos que enfrentaron.
La dominación del Real Madrid en la liga, caracterizada por un camino sin problemas hacia el título, fue destacada por su impresionante récord defensivo, concediendo significativamente menos goles que sus rivales más cercanos. El momento crucial llegó cuando Bellingham marcó un gol ganador en el Clásico, confirmando la superioridad del Real sobre el Barcelona y restaurando la confianza dentro del equipo.
Las destacadas actuaciones de Bellingham a lo largo de la temporada, superando las expectativas con su capacidad goleadora, fueron cruciales para el éxito del Real. Los ajustes tácticos de Ancelotti, incluyendo darle a Bellingham más libertad en el ataque, demostraron la astucia del entrenador y su capacidad para adaptarse a los desafíos.
A pesar de los contratiempos, como las lesiones de jugadores clave como Courtois y Militau, la negativa de Ancelotti a entrar en pánico y su confianza en la profundidad de la plantilla dieron sus frutos. Jugadores como Antonio Rudiger y Andrey Lunin se destacaron cuando fueron llamados, demostrando la resiliencia y cohesión del equipo bajo la dirección de Ancelotti.
El esfuerzo colectivo y la unidad dentro del equipo, fomentados por el liderazgo de Ancelotti, impulsaron al Real Madrid hacia una de sus mejores temporadas estadísticamente. La extensión del contrato de Ancelotti hasta 2026 brindó más estabilidad y señaló un futuro prometedor para el club.
Mirando hacia adelante, la incorporación de nuevos talentos como Andrik y la llegada potencial de Kylian Mbappe ofrecen perspectivas emocionantes para el Real Madrid. Sin embargo, integrar nuevos jugadores manteniendo la armonía del equipo será un desafío que Ancelotti está bien preparado para enfrentar.
Mientras el Real Madrid celebra su triunfo en el campeonato, ahora su enfoque se dirige hacia la Liga de Campeones, con el objetivo de culminar una temporada notable con éxito europeo.
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