La Federación Nigeriana de Fútbol (NFF) ha negado las acusaciones de Faisal Al-Badri, capitán de la selección nacional masculina de Libia, sobre un trato deficiente a su llegada a Nigeria.
La NFF aclaró el jueves que la Federación Libia de Fútbol (LFF) era responsable de los problemas logísticos que afectaron a los Caballeros del Mediterráneo.
Emmanuel Ayanbunmi, director asistente de protocolo de la NFF, declaró que la LFF solo les notificó sobre su llegada a Port Harcourt, y no a Uyo, tres horas antes de que el equipo aterrizara el martes.
“Tuve una conversación extensa con el secretario general de la LFF el lunes 7 de octubre, y en ningún momento mencionó que el equipo llegaría al día siguiente. Dijo que haría un seguimiento, pero nunca lo hizo. Más tarde, el lunes por la noche, un grupo de avanzada de la LFF se puso en contacto conmigo y mencionó que el equipo llegaría al mediodía del martes. Hicimos todos los arreglos necesarios para recibir al equipo en Uyo”, explicó Ayanbunmi.
Continuó: “Una hora después de que el equipo despegara, se me informó que aterrizarían en Port Harcourt. Este cambio repentino interrumpió muchas cosas, pero aún así logramos obtener la aprobación federal para permitir que su avión continuara hacia Uyo después de los controles de inmigración en Port Harcourt. Sin embargo, parece que esto habría llevado a cargos adicionales de la empresa de chárter, que querían evitar, así que optaron por viajar por carretera de Port Harcourt a Uyo”.
Ayanbunmi añadió que la delegación libia desestimó los arreglos de transporte terrestre proporcionados por la NFF, eligiendo alquilar sus propios autobuses.
“Si eligieron autobuses sin aire acondicionado, esa decisión no tuvo nada que ver con la NFF, ya que organizaron su propio transporte. Proporcionamos escoltas de seguridad delante y detrás de sus autobuses, así que no nos preocupan sus quejas y amenazas.”
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