El árbitro Simon Hooper detuvo el juego para otorgar un tiro libre al City justo cuando Jack Grealish estaba a punto de marcar, lo que generó una reacción acalorada de los jugadores y del entrenador Pep Guardiola. A diferencia de su homólogo Mikel Arteta, quien criticó recientemente públicamente a los árbitros, Guardiola mantuvo la compostura al enfrentar a los medios. A pesar de la dominancia del City, los errores defensivos y la falta de eficacia frente al gol resultaron en su tercer empate consecutivo en la Premier League.
Erling Haaland podría enfrentar consecuencias por criticar la decisión del árbitro en redes sociales. Preguntado sobre el incidente, Guardiola evitó hacer comentarios similares al desahogo reciente de Arteta. La racha sin victorias del City en la Premier League se extendió a tres juegos, luego de empates contra el Chelsea y el Liverpool. Son Heung-min, del Tottenham, anotó en ambas porterías en un inicio frenético, con el City logrando solo el gol de Phil Foden en la primera mitad. A pesar del gol tardío de Grealish, el gol de Dejan Kulusevski en el minuto 90 aseguró el empate para el Tottenham.
El rendimiento del City en la primera mitad estuvo marcado por la dominancia, pero la falta de puntería frente al gol permitió que el Tottenham se mantuviera en el juego. Guardiola defendió a sus jugadores y se negó a entrar en pánico a pesar de los problemas recientes del equipo en la Premier League. El empate coloca al City en una posición desafiante, ya que se enfrentan a un difícil partido fuera contra el Aston Villa. Guardiola elogió el rendimiento de su equipo, enfatizando el deseo de competir en la cima, a pesar de no obtener los resultados que creen merecer.
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