Una acusación está circulando de que el presidente del Lobi Stars FC supuestamente ordenó a matones que agredieran al Oficial de Medios del Enyimba International FC.
Es evidente que la desesperación de algunos equipos por ganar a toda costa pronto podría destruir el éxito incipiente y el buen trabajo de los organizadores de la Liga Profesional de Fútbol de Nigeria (NPFL), si no se controla de inmediato.
Las medidas despectivas y bárbaras supuestamente empleadas por los funcionarios del Lobi Stars y los matones contratados también dejan mucho que desear en cuanto a la actitud profesional de nuestra liga, después del incidente que ocurrió en el encuentro del Enyimba en la jornada 29 contra el equipo de Markurdi.
Más temprano el domingo, el departamento de medios del Lobi Stars recurrió a tácticas clandestinas al declarar el partido como un encuentro a puerta cerrada en un informe mediático, lo que no solo desconcertó a sus oponentes, sino también a todos los fanáticos del fútbol, incluidos los seguidores del Enyimba FC con base en Lafia y sus alrededores que habrían querido apoyar a su amado equipo.
El verdadero plan del equipo local se reveló en las maniobras que siguieron después de una clara falta de penal contra el equipo local, que fue completamente ignorada por el árbitro central, para gran consternación del equipo visitante y de algunos neutrales dentro del Estadio de Lafia.
En ese momento, al darse cuenta de que sus medidas dudosas estaban siendo grabadas y expuestas, algunos matones con aspecto amenazador aparentemente empleados por el equipo local comenzaron a agredir al camarógrafo del equipo visitante. Esto fue resistido por el Oficial de Medios del Enyimba, Orji David, y se lanzaron sobre él bajo la mirada del Presidente del Club, Dominic Lorfa, quien le ordenó que abandonara el recinto y le negó el desempeño de sus funciones, incluida la preparación de la cobertura mediática con su entrenador.
Es de hecho un medio bárbaro de intentar ganar el campeonato o permanecer en la contienda, y las autoridades deben intervenir en este comportamiento degradante empleado por algunos gerentes de clubes solo para ganar en casa. Además, se deben idear sanciones más severas para los equipos y árbitros que actúan como aguafiestas con su arbitraje diabólico.
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