En el fútbol moderno, la búsqueda de números y títulos se ha convertido en una característica definitoria de los jugadores. Al dejar atrás la era dominada por Messi y Ronaldo, la percepción popular es que el título de "mejor jugador del mundo" está cada vez más vinculado a los logros personales y colectivos, ya que suelen ser interdependientes.
Durante las dos últimas décadas, existía un consenso general sobre el mejor jugador del mundo, que normalmente oscilaba entre el fenómeno argentino y el ícono portugués. Ahora, parece que el candidato más cercano a este estatus en el fútbol mundial es Kylian Mbappé.
Kylian Mbappé fue señalado como un prodigio del fútbol mundial a la temprana edad de 17 años, destinado a ocupar el centro de atención una vez que Messi y Ronaldo se retiraran. En el verano de 2018, su liderazgo en la selección francesa, que ganó la Copa del Mundo en Rusia, marcó una transición entre la vieja generación de estrellas del fútbol y la nueva.
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La actuación estelar de Mbappé incluyó cuatro goles y un desempeño impresionante contra Argentina en los octavos de final, un evento que se convirtió en un momento legendario de la Copa del Mundo. Sin embargo, a pesar de su brillantez individual y sus constantes logros personales, un gran título a nivel de clubes se le escapó. Jugando junto a otras estrellas como Neymar y Messi en el Paris Saint-Germain, Mbappé apuntaba al codiciado título de la Liga de Campeones, pero estuvo más cerca durante la temporada 2020, cuando el PSG perdió ante el Bayern Múnich en la final.
Aunque la destreza de Mbappé en la liga francesa es innegable, la propia liga no es considerada tan altamente como otras en Europa, lo que dificulta que sus logros se traduzcan en éxito en el Balón de Oro. Aunque Messi ganó el Balón de Oro mientras estaba en el PSG, su triunfo se atribuyó en gran medida a su excepcional actuación en la Copa del Mundo con Argentina.
Mbappé, a pesar de sus talentos y esfuerzos, solo ha llegado al podio del Balón de Oro una vez, terminando tercero en 2023, muy por detrás de Messi y Erling Haaland. Con una actuación menos que estelar de Francia en la Eurocopa y sin logros extraordinarios con el PSG en el escenario europeo, no se espera que sea un fuerte contendiente para el próximo Balón de Oro.
A lo largo de su carrera, Mbappé ha admirado a Cristiano Ronaldo, su héroe de la infancia y modelo a seguir. Incluso cuando era un joven fanático, Mbappé admiraba a Ronaldo, aspirando a jugar al más alto nivel e imitar el éxito de su ídolo. Cuando Mbappé se unió al Real Madrid, expresó su sueño de toda la vida de jugar para el club, diciendo: "Desde que era niño, soñaba con jugar en el Real".
Él considera que su amistad con Ronaldo y los consejos que recibe de él son invaluables, enfatizando la influencia que Ronaldo ha tenido en su carrera. El camino de Mbappé hacia el Real Madrid estuvo acompañado de grandes expectativas y, aunque su trayectoria profesional difiere de la de Ronaldo, busca construir su propio legado en el club.
La transferencia de Mbappé al Real Madrid se produjo en circunstancias diferentes en comparación con la llegada de Ronaldo en 2009. Ronaldo se unió a un equipo en crisis, con el Real Madrid luchando por avanzar más allá de los octavos de final de la Liga de Campeones durante varios años. En contraste, Mbappé se unió a un equipo exitoso, campeón de Europa dos veces en los últimos tres años. Aunque esto puede ser visto como un desafío, también representa una oportunidad para que Mbappé contribuya a un equipo ya formidable. Aunque es poco probable que Mbappé iguale el número récord de goles de Ronaldo en el Real Madrid, su enfoque está en lograr el éxito colectivo y obtener el título de mejor jugador del mundo. Después de años persiguiendo estadísticas individuales sin mucho éxito colectivo en Francia, Mbappé ahora está ansioso por contribuir al éxito de un equipo y consolidar su estatus como uno de los mejores jugadores del fútbol.
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