El Leverkusen, que lleva cinco victorias consecutivas y solo ha perdido tres partidos en los últimos dieciocho meses, es un rival formidable. Inzaghi señaló que el Inter necesitará estar en su mejor nivel, especialmente con la ausencia de varios jugadores clave en la defensa, incluyendo a Denzel Dumfries, quien está fuera debido a una fiebre alta.
A pesar de la sólida posición del Inter en la competición, Inzaghi enfatizó que su equipo no puede permitirse ser complaciente. Destacó las rápidas transiciones del Leverkusen cuando pierden la posesión del balón, lo que exige atención tanto en la fase defensiva como ofensiva.
Inzaghi expresó confianza en la preparación de sus jugadores, comprendiendo la importancia del partido mientras reconocía los desafíos que presenta la potencia ofensiva de su rival.
Las preocupaciones defensivas del Inter se vieron agravadas por las ausencias de Benjamin Pavard y Francesco Acerbi, dejando al equipo con pocas opciones en defensa. Inzaghi también mencionó preocupaciones sobre las lesiones de Tajon Buchanan y Alessandro Bastoni, pero se mostró optimista.
"Tenemos algunos jugadores ausentes, como todos en este momento, pero tengo total confianza en todos ellos", aseguró, subrayando su creencia en la resiliencia de su equipo a pesar de los desafíos.
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