Pep Guardiola, del Manchester City, expresó su frustración y preocupación por la programación de su semifinal de la FA Cup contra el Chelsea, apenas tres días después de su agotadora eliminación en la Liga de Campeones. Criticó a la Football Association y a los emisores por no haber dado al City un día extra de descanso después de la derrota a mitad de semana ante el Real Madrid, argumentando que el rápido cambio de agenda representaba serios riesgos para la salud y el rendimiento de los jugadores.
A pesar del cansancio, el City logró asegurar una estrecha victoria por 1-0 sobre el Chelsea en Wembley, con Bernardo Silva marcando el gol decisivo en el minuto 84. Guardiola destacó el peso físico y emocional sobre sus jugadores, algunos de los cuales estaban lesionados, y enfatizó el desafío de prepararse para un partido tan crucial con poco tiempo de recuperación.
Las declaraciones apasionadas de Guardiola reflejaron su compromiso con la protección de sus jugadores y la defensa de su bienestar frente a calendarios exigentes. Lamentó la falta de consideración de las entidades gobernantes y expresó dudas sobre si sus preocupaciones serían atendidas, lo que indica su renuencia a participar en discusiones con la Premier League y la FA.
Mientras el City celebraba su clasificación para la final de la FA Cup y continuaba su búsqueda de un histórico cuádruple, el entrenador del Chelsea, Mauricio Pochettino, enfrentaba la decepción por las oportunidades perdidas de su equipo y la falta de definición clínica. A pesar del contratiempo, Pochettino reconoció la necesidad de mejoras y prometió evaluar el rendimiento del equipo para reducir la brecha con los principales competidores, como el Manchester City, en el futuro.
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