La FIFA ha sido acusada de no pagar las últimas cuotas de las sumas acordadas a jugadores en toda Europa, cuyos contratos no han sido cumplidos por sus clubes. Diversas fuentes de varios países familiarizadas con la situación informan que, aunque se han realizado algunos pagos por parte de la organización, la última parte sigue sin pagarse. Esto ha dejado a muchos de los jugadores afectados, que están desempleados o jubilados, en una situación financiera precaria, lo que hace que estas sumas pendientes sean particularmente críticas para ellos.
Los fondos en cuestión debían ser desembolsados desde el Fondo de la FIFA para Jugadores, que se estableció en 2020 para ayudar a quienes se ven afectados por disputas contractuales. Los pagos que actualmente están en atraso se esperaban liberar en septiembre de 2023. Se ha hecho público un correo electrónico de un sindicato nacional que revela preocupaciones sobre más de 30 jugadores identificados y las dificultades financieras que enfrentan. Esta comunicación instó a la FIFA a acelerar la liberación de estos fondos atrasados.
En total, se informa que aproximadamente 420 jugadores tienen derecho a alrededor de 3,09 millones de libras esterlinas, destacando la magnitud de las obligaciones financieras que la FIFA aún no ha cumplido. La demora continua en los pagos ha llevado a un aumento de las tensiones, ya que los jugadores y sus representantes buscan una solución. Mientras estos individuos navegan en sus futuros inciertos, la situación subraya el papel significativo que la FIFA desempeña en la protección de los derechos y el bienestar financiero de los jugadores.
Para agravar los problemas, la FIFA también está involucrada en una disputa con el sindicato global de jugadores, FIFPro, sobre modificaciones en el calendario de partidos internacionales. FIFPro, respaldado por la Asociación de Jugadores Profesionales, argumenta que las demandas impuestas a los jugadores de élite se han vuelto excesivas, aumentando la probabilidad de lesiones.
Un punto importante de contención es la Copa del Mundo de Clubes ampliada a 32 equipos, que está programada para celebrarse en EE. UU. el próximo verano. Hasta ahora, la FIFA aún no ha finalizado los contratos de televisión para el evento ni ha anunciado el dinero de premios asociado, lo que contribuye aún más a la incertidumbre en torno al torneo.
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