El resurgimiento de Bruno Fernandes en el Manchester United ha sido un tema clave tras la destitución de Erik ten Hag. Desde el cambio, Fernandes ha estado en excelente forma, marcando cuatro goles y creando dos asistencias en solo cuatro partidos, lo que contrasta enormemente con su rendimiento anterior bajo la dirección de Ten Hag.
Su capacidad para crear oportunidades, incluyendo un gol en propia puerta concedido a Leicester en una victoria 3-0, ha demostrado su importancia para el equipo. A pesar de sus luchas previas, el regreso de Fernandes a su mejor forma está ayudando al United a recuperarse y ha reavivado las conversaciones sobre su liderazgo y su influencia en el campo.
Después de la victoria 3-0 del United contra Leicester, el entrenador interino Ruud van Nistelrooy elogió a Fernandes, destacando sus contribuciones vitales en goles y asistencias. El mismo día, Fernandes celebró su aparición número 250 con el club, con un registro de 83 goles y 72 asistencias en todas las competiciones.
Este logro coloca a Fernandes en una compañía rara, siendo Mohamed Salah el único que ha estado involucrado en más goles que él desde su debut en febrero de 2020. El impacto de Fernandes, especialmente en la Premier League, donde ha contribuido en 100 goles en 170 partidos, es innegable, aunque sigue siendo una figura polémica.
A pesar de su brillantez ofensiva, el papel de Fernandes en el futuro sistema táctico bajo el nuevo entrenador Ruben Amorim es incierto. Amorim es conocido por su formación flexible 3-4-3, que no incluye un rol tradicional de número 10, lo que deja la posición de Fernandes en el equipo sujeta a debate.
El estilo de Fernandes, que a menudo lo ve moverse y crear oportunidades, podría requerir que Amorim ajuste su táctica o lo ubique en una posición más inusual. La pregunta es si el nuevo entrenador modificará su sistema para acomodar a Fernandes o lo obligará a adaptarse a un nuevo rol dentro del equipo.
A medida que Amorim se establece, la forma y adaptabilidad de Fernandes serán cruciales para el futuro del Manchester United. Aunque la falta ocasional de disciplina de Fernandes para mantener su posición en el campo pueda ser una preocupación, sus estadísticas y cualidades de liderazgo lo convierten en un jugador indispensable para las posibilidades de éxito del United.
Sus actuaciones recientes, especialmente contra el Leicester, destacan su capacidad para controlar el juego y generar oportunidades, lo que lo convierte en un jugador clave en cualquier sistema. Amorim tendrá que encontrar la manera de aprovechar las fortalezas de Fernandes mientras maneja su disciplina ocasional en el campo.
Mientras el United atraviesa un periodo de transición, Amorim enfrenta el desafío de maximizar el potencial de su plantilla. Con el equipo aún en una posición media y por debajo de las expectativas, la capacidad de Amorim para adaptar su táctica y obtener lo mejor de jugadores como Fernandes será clave.
El tiempo del entrenador para implementar sus ideas será limitado, con partidos y recesos internacionales complicando su tarea. Sin embargo, si el United quiere luchar por posiciones más altas, encontrar una manera de desbloquear todo el potencial de Fernandes será esencial para el éxito de Amorim en Old Trafford.
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