Bolivia, que enfrentaba una serie complicada en las eliminatorias sudamericanas para la Copa del Mundo, tomó la decisión audaz de trasladar su partido en casa contra Venezuela a Lal Lato, una ciudad ubicada a 4.150 metros de altitud. Esta decisión resultó ser acertada, ya que el equipo consiguió una contundente victoria de 4-0 sobre Venezuela, un equipo que había empatado 1-1 con Brasil y derrotado a Chile 3-0 en partidos anteriores. La altitud elevada del Estadio Municipal de Lal Lato desempeñó un papel crucial en el éxito de Bolivia, mientras que Venezuela tuvo dificultades para adaptarse a las condiciones desafiantes.
Antes de esta victoria, Bolivia estaba atravesando una campaña difícil. Había perdido cinco de sus últimos seis partidos de clasificación y había tenido un desempeño decepcionante en la Copa América, donde fue derrotada en los tres partidos. Clasificada cerca del fondo de la tabla de clasificación, Bolivia estaba desesperada por un cambio de rumbo, y la decisión de jugar a una altitud mayor fue vista como una estrategia clave. La victoria del equipo sobre Venezuela marcó un cambio significativo en su suerte.
Bolivia tiene una larga historia de aprovechar la altitud a su favor en los partidos en casa, jugando generalmente en La Paz, que se encuentra a 3.640 metros sobre el nivel del mar. Los equipos que visitan Bolivia a menudo tienen dificultades para adaptarse al aire raro, y muchos jugadores, incluidos los de Argentina y Brasil, han recurrido a máscaras de oxígeno durante y después de los partidos para recuperarse. En 2017, Neymar de Brasil incluso describió jugar en estas condiciones como "inhumano" tras un empate 0-0 con Bolivia en La Paz.
Aunque la FIFA había prohibido previamente los partidos en estadios situados a más de 2.500 metros, Bolivia obtuvo una excepción para La Paz. Ahora, se les ha permitido utilizar el estadio aún más alto de Lal Lato en El Alto, una decisión que resultó crucial para su victoria sobre Venezuela. El nuevo entrenador de Bolivia, Oscar Villegas, aprovechó al máximo esta situación al alinear un equipo compuesto en gran parte por jugadores acostumbrados a jugar en altitud, incluyendo a muchos de clubes locales como Olvis Reddy y Bolívar.
De cara al futuro, Bolivia enfrenta un camino difícil, especialmente en los partidos fuera de casa. Jugarán contra Chile en su próximo partido, donde históricamente han tenido dificultades, habiendo perdido los siete partidos fuera de casa este año. Sin embargo, la victoria sobre Venezuela en Lal Lato ha dado al equipo un impulso de confianza necesario, y esperan mantener este ímpetu cuando enfrenten a Colombia en altitud elevada en su próximo partido en casa el 10 de octubre.
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