El recorrido de Bélgica en la Copa del Mundo 2022 terminó en decepción y discordia interna, señalando el fin de una era para su celebrada generación dorada. En medio de la turbulencia, Kevin De Bruyne y Romelu Lukaku surgieron como figuras clave, permaneciendo como pilares en un equipo que ahora cuenta con varios rostros nuevos. Tras su impresionante tercer lugar en la Copa del Mundo 2018, el desempeño de Bélgica en Qatar quedó corto, marcado por el retiro de Eden Hazard y la salida del entrenador Roberto Martínez, lo que llevó a una ola de cambios.
Reconociendo el envejecimiento de la plantilla, De Bruyne resaltó la necesidad de rejuvenecimiento de Bélgica, ecoando sentimientos compartidos por muchos. El nombramiento del nuevo entrenador Domenico Tedesco, con solo 38 años, marcó el inicio de una fase de transición, mezclando jugadores experimentados con talentos emergentes. A pesar de la reestructuración, Bélgica avanzó invicta a través del Grupo F, con la notable capacidad goleadora de Lukaku estableciendo nuevos récords, situándolo entre los grandes del juego.
Bajo la guía de Tedesco, Bélgica inició una racha de 13 partidos invictos, aunque contra oposición de menor nivel, señalando un prometedor comienzo en su proceso de reconstrucción. Los esfuerzos de Tedesco le valieron una extensión de contrato hasta la Copa del Mundo 2026, sin embargo, el próximo torneo será una prueba crucial para una nación que alguna vez ocupó el primer puesto en el ranking de la FIFA pero falló en el escenario mundial. La experiencia de Jan Vertonghen brinda estabilidad en la defensa, aunque la ausencia de Thibaut Courtois debido a una lesión representa un desafío significativo.
A pesar del regreso de Courtois a la acción, su decisión de no participar en la Euro subraya las tensiones en curso con Tedesco, quien optó por otras opciones de liderazgo. Matz Sels probablemente ocupará el puesto de portero, respaldado por una sólida pareja defensiva compuesta por Wout Faes y Vertonghen.
El centro del campo belga, con una mezcla de juventud y experiencia, depende en gran medida de la forma física de De Bruyne, quien ha luchado contra lesiones pero sigue siendo un creador clave. Con Hazard y otros atacantes veteranos ausentes, jóvenes talentos como Openda, De Ketelaere y Doku deben dar un paso adelante, complementados por estrellas emergentes como Trossard y Bakayoko.
Las esperanzas de Bélgica descansan en una nueva generación para llenar el vacío dejado por las leyendas que se marchan, con el objetivo de recuperar su forma en el escenario internacional bajo el liderazgo de Tedesco.
ADD A COMMENT :