En medio de crecientes presiones y tensiones internas, el entrenador del Barcelona, Xavi, se enfrenta a un ultimátum por parte de la dirección del club después de un empate 3-3 contra el Granada. Informes sugieren que una derrota ante el Nápoles en el próximo enfrentamiento de la Liga de Campeones podría resultar en el despido inmediato de Xavi.
El presidente, Joan Laporta, quien ha estado defendiendo a Xavi, aparentemente siente la presión de asesores y personas de confianza, intensificando el impulso para un cambio en el cuerpo técnico. Rafa Márquez, el entrenador del Barcelona B, se menciona como un posible sucesor si se despide a Xavi.
El empate contra el Granada puso de manifiesto los problemas subyacentes del equipo, y el futuro de Xavi en el Barcelona parece incierto. A pesar de estar 11 puntos por delante del Real Madrid en la liga, el Barcelona fue eliminado temprano de la copa, y las esperanzas de triunfo en la Liga de Campeones parecen distantes.
Xavi, consciente de la situación, aún cree que puede darle vuelta a las cosas, pero la presión está aumentando y el espectro de un despido inmediato planea si el equipo falla en la Liga de Campeones. Una reunión de emergencia celebrada después del partido se prolongó hasta altas horas de la noche, con Laporta y el director deportivo Deco lidiando con los desafíos del equipo y posibles decisiones en el cuerpo técnico.
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