El Atlético, que iba perdiendo por dos goles en los minutos finales, logró un resultado dramático cuando Alexander Sørloth marcó el gol del empate en el tiempo de descuento. Simeone, visiblemente emocionado en la banda, destacó el espíritu de lucha de sus jugadores, calificando la actuación como "inspiradora" y subrayando que su equipo demostró determinación frente a un rival de gran nivel.
El técnico argentino resaltó la importancia de la mentalidad del equipo, afirmando que, a pesar de la calidad del Barcelona, el Atlético mostró sus propias fortalezas y nunca se rindió. Describió la celebración del último gol como una "explosión de alegría", dado el enorme desafío de remontar un 4-2 en contra.
Con la eliminatoria ahora igualada antes del partido de vuelta el 2 de abril, Simeone se mostró especialmente orgulloso del coraje y la constancia de sus jugadores, destacando su mentalidad competitiva durante todo el encuentro. Sin embargo, admitió su frustración por los errores defensivos que permitieron al Barcelona marcar dos goles en jugadas a balón parado, señalando que deben corregirse antes de la segunda vuelta. A pesar de estos fallos, el técnico reafirmó su orgullo por el espíritu combativo del equipo y su capacidad para reaccionar en momentos difíciles.
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