Jayson Tatum y Jaylen Brown se abrazaron emocionalmente después de ayudar a Boston a evitar un colapso histórico en un partido de las Finales de la NBA, algo que no se veía desde al menos 1997. El dúo estelar de los Celtics está ahora al borde de unirse a los legendarios predecesores que aseguraron una bandera de campeón para Boston. Tatum anotó 31 puntos, mientras que Brown añadió 30, liderando a los Celtics hacia la victoria por 106-99 sobre los Dallas Mavericks el miércoles por la noche, dejándolos a una victoria de su 18º título récord.
Brown contribuyó significativamente con ocho rebotes y ocho asistencias, mientras los Celtics extendían su récord de franquicia con la décima victoria consecutiva en playoffs y mejoraban a un récord de 7-0 fuera de casa esta temporada. Una victoria el viernes en Dallas permitiría a Boston superar a los Lakers por la mayor cantidad de campeonatos de la NBA. Reflexionando sobre el juego, Tatum enfatizó la resiliencia, declarando: "El baloncesto se trata de rachas. Si quieres ser campeón, debes ser resiliente en esas situaciones, y eso es lo que hicimos esta noche".
El éxito de los Celtics llegó a pesar de la ausencia de Kristaps Porzingis, quien fue excluido debido a una rara lesión en el tendón. Esto no desanimó al equipo, que mejoró a un récord de 10-1 en estos playoffs sin él. Los Mavericks, enfrentando un déficit intimidante de 3-0, casi montaron un notable regreso, recordando su remontada en las Finales de 2011. Sin embargo, faltas cruciales y oportunidades perdidas frustraron sus esfuerzos. La sexta falta de Luka Doncic y el subsiguiente desafío infructuoso fueron momentos decisivos que permitieron a Boston mantener su ventaja.
Tatum, Brown y Derrick White, quien anotó 16 puntos, aseguraron que los Celtics permanecieran en control durante los minutos finales. El trío combinó para los últimos 13 puntos, asegurando la posición de Boston a una victoria de su primer título desde 2008. A pesar del esfuerzo enérgico de Dallas y el apoyo de una multitud emocionada, la defensa de los Celtics y las canastas oportunas resultaron decisivas.
El juego vio momentos de dominio de ambos equipos, con Dallas tomando inicialmente una ventaja de 22-9. Sin embargo, los Celtics respondieron con fuerza, con contribuciones de jugadores como Sam Hauser y una sólida actuación en el tercer cuarto. A medida que el juego llegaba a su fin, los fanáticos de los Celtics en la arena comenzaban a celebrar, mientras que el equipo permanecía enfocado. El entrenador Joe Mazzulla destacó la importancia de mantener una mentalidad de lucha, entendiendo que ambos equipos son igualmente vulnerables y deben seguir luchando para asegurar la victoria.
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