Cuando Kenny Atkinson fue nombrado entrenador principal de los Brooklyn Nets en 2016, aportaba 12 años de experiencia como asistente técnico en equipos como Racing Paris, New York Knicks y Atlanta Hawks. Sin embargo, Atkinson no tenía experiencia previa como entrenador principal y su carrera como jugador profesional fue modesta, desarrollándose principalmente en ligas menores de Estados Unidos y en el circuito europeo entre 1990 y 2004.
A pesar de no tener una destacada trayectoria como jugador, Atkinson desarrolló un estilo de entrenamiento práctico y directo, participando activamente en los ejercicios y mostrando estrategias a los jugadores en tiempo real. Su enfoque se centraba en ayudar a los jugadores a comprender sus opciones en diferentes situaciones de juego, una habilidad que perfeccionó a lo largo de años de observación y experiencia.
Su etapa en Brooklyn comenzó con grandes desafíos, ya que el equipo carecía de estrellas y no contaba con selecciones de draft valiosas debido a traspasos previos. El roster incluía solo a unos pocos jugadores con potencial para tener carreras destacadas en la NBA, como Caris LeVert, Joe Harris y Rondae Hollis-Jefferson. Sin embargo, Atkinson no se dejó intimidar y priorizó el desarrollo individual de los jugadores, ganándose una reputación por su energía, su enfoque práctico y su estilo de comunicación honesto.
Con el apoyo total del gerente general de los Nets, Sean Marks, implementó una cultura de trabajo arduo y responsabilidad. Sus esfuerzos transformaron a los Nets en un equipo competitivo en los playoffs, capaz de atraer estrellas como Kyrie Irving y Kevin Durant. Sin embargo, el estilo franco de Atkinson chocó con los egos de sus nuevas estrellas, lo que eventualmente resultó en su despido en marzo de 2020. A pesar de este revés, continuó siendo reconocido como un entrenador talentoso con un futuro prometedor.
Después de su salida de Brooklyn, Atkinson reanudó su carrera como asistente técnico, trabajando con los Los Angeles Clippers y más tarde con los Golden State Warriors. Colaborando con Steve Kerr, jugó un papel clave en el campeonato de los Warriors en 2022 y perfeccionó su capacidad para conectar con jugadores de élite. Esta experiencia lo preparó para asumir un nuevo desafío como entrenador principal de los Cleveland Cavaliers en 2024.
Al llegar a Cleveland, Atkinson tenía una visión clara para maximizar el potencial de las estrellas del equipo: Donovan Mitchell, Darius Garland, Evan Mobley y Jarrett Allen. Aprovechando el análisis de datos y reuniendo a un cuerpo técnico capacitado, implementó estrategias que mejoraron el ataque del equipo, incluyendo la transformación de Mobley en un efectivo tirador de triples. Su enfoque basado en datos y su comunicación clara ganaron la confianza del equipo, llevando a una impresionante mejora en su rendimiento.
Bajo el liderazgo de Atkinson, los Cavaliers se han convertido en uno de los equipos más ofensivos de la liga, superando las expectativas y posicionándose como contendientes serios en la Conferencia Este. El éxito del equipo ha hecho que Atkinson sea uno de los principales candidatos al premio al Entrenador del Año de la NBA.
Aunque Cleveland aún no sea el favorito para dominar el Este, la transformación liderada por Atkinson, que ha convertido al equipo en una unidad cohesionada y altamente competitiva, ha consolidado su reputación como uno de los entrenadores más innovadores y eficaces de la NBA.
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