Los Hoopers del Rivers, representantes de Nigeria en la Liga Africana de Baloncesto (BAL) de 2024, sufrieron una derrota desgarradora el miércoles, perdiendo la oportunidad de continuar su impresionante carrera en la principal liga de baloncesto de África. El partido de semifinales contra el Al Ahly Ly Benghazi, de Libia, terminó en una emocionante derrota por 83-89, poniendo fin a sus esperanzas de llegar a la final. A pesar de la derrota, el viaje de los Hoopers ha sido nada menos que notable, mostrando su resistencia y determinación a lo largo de la competencia.
El juego, celebrado en Kigali, fue un testimonio del espíritu de lucha del equipo nigeriano. Los Hoopers del Rivers jugaron con tenacidad y habilidad contra los formidables ex campeones africanos. El partido fue intensamente competitivo, con ambos equipos mostrando baloncesto de alto nivel que mantuvo a los fanáticos al borde de sus asientos. A pesar de la derrota, su actuación contra un oponente tan fuerte demostró su crecimiento y potencial en el escenario continental.
A pesar de la decepción, el entrenador Ogoh Odaudu reafirmó el compromiso de su equipo de buscar la medalla de bronce. Hablando después de la derrota, Odaudu elogió a sus jugadores por su esfuerzo y resistencia, enfatizando que el viaje aún no había terminado. "Podemos haber perdido la semifinal, pero nuestro enfoque ahora está en ganar la medalla de bronce", afirmó. Esta determinación refleja el espíritu inquebrantable del equipo y su determinación de terminar el torneo en alto.
Los Hoopers, ampliamente subestimados al comienzo de la temporada, desafiaron las expectativas con su actuación. Entrando en las semifinales con un récord de 5-3, ya habían hecho titulares al derrotar a los campeones de 2022, el US Monastir de Túnez, en los cuartos de final. Esta victoria fue un hito importante, destacando su capacidad para competir y vencer a algunos de los mejores equipos de África. La derrota en las semifinales, aunque decepcionante, no empaña sus logros hasta ahora.
Odaudu, visiblemente decepcionado, expresó sus sentimientos sobre el viaje. "Nadie nos dio una oportunidad, pero vamos a levantar la cabeza. Nadie pensaba que estaríamos aquí hoy, y sin embargo aquí estamos", dijo. Sus palabras resumen el espíritu de underdog que ha guiado al equipo a lo largo de la BAL. El optimismo y la confianza del entrenador en sus jugadores son evidentes mientras se preparan para su próximo desafío.
"Es bastante lamentable que la carrera de cuento de hadas haya terminado. Haremos todo lo posible para volver y ganar el juego por la medalla de bronce", agregó Odaudu. Esta declaración enfatiza la resiliencia del equipo y su enfoque en el próximo objetivo. Para los Hoopers, el partido por el tercer lugar no es solo un juego de consolación; es una oportunidad de coronar su histórico viaje con una recompensa tangible y solidificar aún más su lugar en la historia del baloncesto africano.
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