El récord mundial en el salto de altura femenino, mantenido durante 37 años, fue roto por la atleta ucraniana Yaroslava Mahuchikh. Compitiendo en la Liga Diamante en París, Mahuchikh saltó 2,10 metros, superando el récord anterior de 2,09 metros establecido por Stefka Kostadinova de Bulgaria en 1987. Mahuchikh, campeona mundial vigente y medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio, logró esta hazaña justo antes de los Juegos Olímpicos de París, marcando un hito significativo en su carrera y en la historia del salto de altura femenino.
En una competencia intensa, Mahuchikh se enfrentó a la campeona mundial bajo techo de Australia, Nicola Olislagers. Mientras Olislagers no pudo saltar 2,03 metros, Mahuchikh lo logró en su segundo intento, asegurando su victoria. Luego, progresó para saltar 2,07 metros, estableciendo un nuevo récord ucraniano, y finalmente superó la marca de 2,10 metros en su primer intento, inscribiendo su nombre en los libros de récords.
El logro de Mahuchikh se suma a su impresionante lista de distinciones, incluyendo una medalla de oro en los Campeonatos Mundiales, bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio y múltiples títulos como campeona mundial y europea. A pesar de los desafíos impuestos por la invasión rusa de Ucrania, que la obligó a entrenar en Alemania y Bélgica, Mahuchikh ha continuado sobresaliendo, representando a su país con orgullo y resiliencia.
En otra actuación destacada, Faith Kipyegon de Kenia estableció un nuevo récord mundial en los 1500 metros femeninos. Kipyegon registró un tiempo de 3:49.04 minutos, rompiendo su récord anterior establecido en junio de 2023. La bicampeona olímpica y tricampeona mundial terminó por delante de la australiana Jessica Hull y la británica Laura Muir, consolidando aún más su estatus como una de las más grandes corredoras de media distancia de la historia.
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