Noah Lyles está decidido a superar las decepciones de Tokio mientras se prepara para los Juegos Olímpicos de París, intentando llenar el vacío dejado por Usain Bolt. Lyles dio pasos significativos hacia este objetivo al conquistar tres medallas de oro en los 100 m, 200 m y en el relevo 4x100 m en el Campeonato Mundial de Budapest del año pasado, recibiendo elogios del presidente de World Athletics, Sebastian Coe, quien lo llamó una "verdadera estrella del rock". El velocista estadounidense de 27 años, conocido por su personalidad carismática y segura, fue destacado en la serie documental de Netflix "Sprint", que resalta su trayectoria y ambiciones.
La mentalidad de Lyles es firme, ya que se considera uno de los mejores velocistas destinados a la grandeza. "Hay que tener la mentalidad de un dios", comentó Lyles en "Sprint", destacando su creencia de que está hecho para los grandes momentos, no para ser eclipsado por ellos. Su enfoque audaz ha generado admiración y controversia, especialmente después de cuestionar la legitimidad de las afirmaciones de los jugadores de la NBA de ser campeones mundiales. A pesar de esto, Lyles sigue enfocado en mejorar su rendimiento respecto a los Juegos de Tokio, donde ganó una medalla de bronce en los 200 m.
Reflexionando sobre sus actuaciones pasadas, Lyles está decidido a no conformarse con nada menos que el oro. "Ese bronce aún quema en mi pecho", admitió después de una victoria reciente en los 100 m en la Diamond League de Londres, donde estableció su mejor tiempo personal de 9,81 segundos. Seguro de sus habilidades, Lyles no se deja intimidar por competidores como el velocista jamaicano Kishane Thompson. "Le gano a todo el mundo que toco", afirmó, expresando su creencia de que nadie, ni siquiera los jamaicanos, representa una amenaza significativa para él.
Además de sus pruebas de velocidad, Lyles tiene la ambición de ganar medallas en cuatro eventos en los Juegos Olímpicos de París, incluido el relevo 4x400 m. Su participación en el relevo en el Campeonato Mundial en Glasgow suscitó controversia, con algunos acusando a la federación estadounidense de favoritismo.
Desafiante, Lyles respondió: "¡Corran más rápido, empújenme fuera!" Inspirado por Usain Bolt, quien se retiró con 11 títulos mundiales y 8 títulos olímpicos, Lyles aspira a ir más allá de ser "famoso en la pista" y convertirse en un ícono cultural. Imagina un futuro donde su éxito en la pista abra puertas a oportunidades en la moda, la música y colaboraciones con artistas de todo el mundo. Para lograrlo, Lyles sabe que es esencial continuar con su racha de victorias y asegurar medallas en París.
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