Es quizás una de las infraestructuras más descuidadas. La triste historia de las piscinas en todo el país es sorprendente, sin disposiciones adecuadas para la sostenibilidad de estos proyectos multimillonarios.
En la arena deportiva de Nigeria, la natación no tiene una figura imponente en términos de reconocimiento y sigue siendo una de las pocas disciplinas en las que Nigeria aún no ha establecido su autoridad, a pesar de destacar en deportes como el baloncesto (D'Tigress y D'Tigers), fútbol (U-17, U-20, U-23 y selecciones nacionales senior, Super Eagles/Falcons), balonmano, boxeo, tenis de mesa y muchos otros que han traído laureles a Nigeria. Lamentablemente, el país aún no ha hecho incursiones significativas en la natación, principalmente debido al factor más importante: la infraestructura.
Por decir lo menos, la mayoría de las infraestructuras de natación en Nigeria están cerca de la inactividad, y las que funcionan están subutilizadas.
La piscina del Estadio Nacional en Surulere era una piscina olímpica diseñada y construida para los Juegos Africanos de 1973 organizados por Nigeria. Sin embargo, solo unos pocos años después del Festival Nacional del Deporte, la piscina fue abandonada y comenzó a mostrar signos de falta de mantenimiento.
La piscina fue luego reparada intermitentemente, con pocos eventos mostrando su falta de uso adecuado, especialmente porque hay pocas competiciones de natación organizadas en Nigeria.
Por el bien de la posteridad, la subutilización de la infraestructura deportiva es perjudicial para todas las partes, ya que las infraestructuras abandonadas podrían haber generado ingresos para el país. Sin embargo, cuando se descuidan en términos de mantenimiento y financiamiento, estas infraestructuras que deberían ser monumentos se están deteriorando.
La mayoría de las instalaciones de natación en Nigeria, en particular, se están pudriendo debido a la inactividad y, sobre todo, a la falta de mantenimiento, a pesar de que se asignan fondos cada año para su mantenimiento.
Antes de su eventual renovación a través de una asociación público-privada (PPP), la piscina del Estadio Nacional en Surulere sufrió dos décadas (20 años) de total abandono. Se necesitó un movimiento valiente del entonces exministro de Juventud y Deportes, Solomon Dalung, para negociar una PPP con un inversor, el grupo O'jez Entertainment, que se hizo cargo del complejo de natación en 2015 después de firmar un memorando de entendimiento con el Ministerio de Deportes.
Desde entonces, ha habido un esfuerzo silencioso para hacer que la piscina sea funcional y devolver a la vida la piscina olímpica que llevaba sin uso casi 20 años.
Indiscutiblemente, la piscina del Estadio Nacional se encuentra entre las mejores de Nigeria, habiendo albergado eventos de natación durante los Juegos Africanos de 1973. Lamentablemente, fue abandonada y se convirtió en un hábitat para ocupantes extranjeros y un ecosistema completo del ciclo alimentario, desde plantas hasta insectos, ratas, reptiles y otros animales peligrosos.
El abandono de la piscina del Estadio Nacional es un caos para todo sentido de razonamiento y los cinco sentidos humanos, ya que es una monstruosidad para la vista, un sabor amargo, una noticia desagradable para el oído, un mal olor y un borde áspero; una instalación que es un recordatorio constante de nuestro fracaso colectivo como nación para mantener adecuadamente nuestras infraestructuras, mientras los gobiernos siguen haciendo discursos vacíos sobre el desarrollo deportivo y las instalaciones.
Para la piscina del Estadio Nacional, es una vía de escape, pero no una libertad total. Con una nueva gestión a cargo de la piscina, posteriormente aprobada por el Ministerio de Deportes, una empresa privada, Ojezz Nigeria, recibió el visto bueno para supervisar la vasta piscina. La empresa invirtió millones de nairas para renovar la piscina de eventos múltiples.
Las gradas ahora tienen asientos de plástico y también hay un bar y restaurante de primera clase. Se ha convertido en un lugar encantador para familias, grupos e incluso algunos ejecutivos de negocios. "Esperen más cambios", dijo Joseph Odobeatu, presidente y CEO de Ojezz Nigeria.
La renovación de la piscina ha traído nueva vida a la arena y una nueva alternativa para aquellos que desean relajarse y divertirse con sus familias y amigos.
Odobeatu, enfatizando la importancia del estadio, mencionó que la piscina había albergado algunos eventos nacionales e internacionales, y que aún había más por venir.
Sin embargo, la piscina del Estadio Nacional aún no está en pleno uso. Quizás en los próximos años, la piscina se restaure a su pleno potencial.
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