Uno de los momentos más memorables de los Juegos Olímpicos de Tokio, retrasados debido a la pandemia de Covid, fue la icónica celebración de Karsten Warholm tras romper el récord mundial en los 400 metros con vallas. El noruego sorprendió al mundo del atletismo con un tiempo impresionante de 45,94 segundos, un logro que muchos corredores de 400 metros lisos considerarían desafiante, incluso sin las vallas. Tras este triunfo, Warholm continuó su dominio al ganar su tercer título europeo consecutivo en Roma en junio, con un tiempo de 46,98 segundos.
Apesar de su éxito, Warholm bromeó diciendo que la celebración dramática con la camisa rasgada será reservada para los Juegos Olímpicos de París. Reflexionando sobre la evolución de los 400 metros con vallas, Warholm observó que el evento ha ganado mayor relevancia debido a las rivalidades intensificadas y a las mejoras en el rendimiento, lo que ha aportado nueva energía a esta exigente disciplina del atletismo.
El atleta noruego enfrenta una fuerte competencia de Alison Dos Santos de Brasil y Rai Benjamin de Estados Unidos, quienes han tenido actuaciones destacadas recientemente. Dos Santos obtuvo una victoria notable sobre Warholm en los Bislett Games en Oslo, mientras que Benjamin ganó en Mónaco. Estos resultados han intensificado la expectativa para su enfrentamiento en los Juegos de París.
Warholm está concentrado en su preparación para París y reconoció la presión de las derrotas recientes. Subrayó que su entrenamiento está yendo bien y expresó confianza en su capacidad para competir al más alto nivel. Warholm sigue totalmente enfocado en ganar la medalla de oro en París, considerando los Juegos Olímpicos como un momento crucial en su carrera y dejando la exploración de los lugares para más adelante.
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